domingo, 2 de febrero de 2014

Recobrando tiempo perdido

CAPITULO.  50

(NARRA (Tú))
Yo: Tranquila....- Justo me sonó el teléfono, era Louis.
Yo: Lo siento tengo que coger.- Me levanté y me aparte un poco.
Yo: Hola Louis.
Louis: Hola, ¿que te pasa? Últimamente te noto rara la voz, ya se que tu madre, bueno, pero, ¿te pasa algo?
Yo: Si me pasa algo.
Louis: Que es lo que pasa.
Yo: Tengo una hermana.- Louis se quedó varios segundos en silencio.
Louis: ¿!Cómo que una hermana?!
Yo: Necesito que no se lo digas a nadie.
Louis: Porque no quieres que se lo diga a nadie.
Yo: Tengo que dejarte.
Louis: Bale, con lo que sea me cuentas que sepas que me tienes aquí para lo que sea.
Yo: Louis.
Louis: Dime.
Yo: Gracias por todo lo que haces por mi.
Louis: No tienes porque dármelas.- Colgué, y me volví a sentar con Ariana.
Ariana: ¿Quien era?
Yo: Mi...mi.... Un amigo.
Ariana: He estado pensando una cosa, vamos a una clínica médica, nos hacen una prueba de sangre a cada una para salir de dudas.
Yo: Y si da que no somos hermanas...
Ariana: No lo sé....- Agacho la cabeza.
Yo: Mira, si somos hermanas bien, y si no lo somos también, me da igual que no seas mi hermana, nunca he sentido la sensación de tener una hermana, al principio, me asusté un poco, pero luego sentí que no estaba sola, y, por lo menos yo, no quiero cambiar esta sensación por nada.
Ariana: Yo tampoco.- Nos levantamos y nos dimos un abrazo.
Yo: Que te parece si nos olvidamos de las pruebas.
Ariana: Te quiero, hermanita.
Yo: Y yo.- Terminamos de tomar algo, y nos fuimos a su casa. Era genial tener una hermana, era como tú mejor amiga, solo que era de tú familia, era mucho más que una amiga, porque ya sabías que ella nunca te iba a decepcionar. Estuvimos todo el día juntas. Al finalizar el día, llame a mi tía por teléfono diciendo que no iba ha ir a casa a dormir, porque me quedaba a dormir a casa de una amiga, no le dije nada de lo de mi hermana, porque se iba a poner muy nerviosa.
El portal no tenía muy buena pinta, las escaleras daban miedo, algunas tenían polillas, era bastante peligroso subir por esos peldaños. Esperaba que la casa no estuviera igual, pero por suerte no fue así.
La casa estaba muy limpia, y era muy cálida. Entramos a su cuarto.
Me quede boquiabierta. El cuarto no se equilibraba para nada con la casa, la habitación era una pasada.
Ariana: ¿Te gusta?
Yo: No te ofendas si me quedo asombraba, pero es que es muy raro que tú habitación sea tan, y le casa se tan.... en fin... que....¿guay?
Ariana: Todo el mundo que la ve se queda igual que tú.
Yo: Pero como has conseguido esto.
Ariana: Llevo desde los cinco años soñando con una habitación así, asique he ido ahorrando de lo que sacaba de la tienda.
Yo: Bueno, es muy bonita- Me dejó un pijama he hicimos noche de chicas, contándonos anécdotas, desamores y amores que nos habían pasado durante la vida. Mientras estábamos hablando, me di cuenta de que tenía una guitarra en el armario.
Yo: ¿Tocas la guitarra?- Miró al armario.
Ariana: Si, ¿quieres que te toque un poco?
Yo: Claro, ¿sabes cantar?
Ariana: No, pero si sé bailar, y me encanta.
Yo: Yo al revés, odio bailar y se meda fatal, pero adoro cantar.
Ariana: Hacemos una cosa, yo toco la guitarra, mientras tú cantas, y luego, pongo una canción y te hago una coreografía.
Yo: Me parece genial...