jueves, 7 de noviembre de 2013

Preparándose para el velatorio....

CAPITULO. 45

(NARRA Tú)
Yo: Descuida....- Cogí las maletas y me fui hacia el avión. Mi tia bajó por unas escaleras, me abrazó con fuerza.
Tia: Cariño.... hace años que no te veía.
Yo: Es cierto....
Tia: Lo siento cielo...- Me acarició el pelo. Antes de subir al avión, me despedí de Louis a distancia. Despegamos, desde la ventana vi como todo se hacía pequeño. En escasos minutos ya estábamos fuera  de Londres.
Yo: ¿Y donde voy a dormir tia?
Tia: Te puedes venir a mi casa.
Yo: Gracias....
Tia: Cielo, para que está la familia....
Yo: Algo nuevo en la ciudad desde que no estoy.
Tía: Todo sigue igual, la que has cambiado eres tú.
Yo¿yo?
Tia: Si, ahora tienes acento.
Yo: ¡¿En serio?!
Tia: Si cariño si.
Yo: Me cuentas alguna de las historias que me contabas cuando era pequeña.
Tia: Si, como no.- Estubimos todo el viaje de cuatro horas con historias de la niñez de la tia. Me sentía bien, pero me seguía acordando de mi madre. Llegamos al aeropuerto, donde nos esperaba mi prima, para ir en coche a casa. No manteníamos mucha relación. Llame a las chicas, para que supieran que ya había llegado, estaban con los chicos. Estubimos hablando, mientras llegábamos a casa. 
Llegamos, la casa era pequeña, con tres habitaciones, un baño, la cocina y la sala estaban en la misma sala.
Me invitaron a mi cuarto.
Tia: Este será tu cuarto, no es gran cosa pero...
Yo: Tía, es perfecto.
Tia: Eres tan dulce como lo eras de pequeña, con tus mejillas rojas, tus hoyuelos el los mofletes, y tus ojos marrones coca cola enormes.- Me reí.
Yo: No mientas, si yo de pequeña era un gremblin, blanca, con unos mofletes enormes, unos ojos saltones y gordita.
Tia: Estabas hermosa.- Me volví a reír.
Tia: Bueno cariño, te dejo que te acomodes.
Yo: Te importaría si me diera una ducha, e traído mi propio jabón.
Tia: Claro que te puedes duchar, pero no hacía falta que hubieras traído nada.- Se fue, empecé a organizar todo, tampoco me espere mucho, ya que en unos meses me volvería a ir. 
Los día allí se me hacían largos, apenas salía de casa, todo en general me recordaba a ella. Hablaba con las chicas una vez al día, al igual que con los chicos, y lo demás amigos que tenía por ahí. 
Pasados dos días, llego el día de el entierro, pero como todo entierro, principalmente, había que hacerla un velatorio  donde decidieron hacerlo en el chale de nuestro primo de Basauri. 
Ya estaba lista, era muy raro, no pensaba que tendía que hacer esto para mi madre, siendo tan joven, se me venía todo el mundo encima, ella era la única que de pequeña, en mis momentos de soledad, iba a echar en falta los abrazos que me daba, los consejos, los besos de buenas noches que me daba de pequeña.
Estaba en el cuarto preparándome, mientras mi tia y mi prima me esperaban en el salón.
Me asome al salón.
Prima: Estás muy guapa.
Yo: Gracias.
Sin título #97

Tia: Venga chicas vamos....


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