viernes, 20 de septiembre de 2013

Sentimientos ocultos

CAPITULO. 20

(NARRA Zayn)
Cuando de pronto Perrie entro por la puerta, paramos decantar, Helena agachó la cabeza. Yo me quedé muy confundido, Perrie se quedó paralizada. Empezó a andar lentamente, acercándose a mi. Me tocó la cabeza.

(NARRA Helene)
Perrie lo empezó a acariciar el pelo, lo cogió de la cara y lo beso. Me sentí muy rara, sentía algo subiéndome por el estómago, creía que tenía ganas de vomitar. Me sentí muy mal.
Yo: Adiós... Zayn se separó de Perrie.
Zayn: ¿Dónde te vas?
Yo: Me voy a.... Adiós.- Me fui lo más deprisa que pude. En ese momento me di cuenta de lo que sentí hacia Zayn. Era algo que no había sentido nunca. Estaba en el baño, llorando, cuando Janire me llamó. No tenía muchas ganas de hablar, pero intenté hace un esfuerzo.
Yo ¿Si?
Janire: ¿Te encuentras bien?
Yo: E... si, si estoy bien.
Janire: ¿¡Donde estas?!
Yo: Que estoy bien, te tengo que dejar, adiós.
Me sabía fatal mentir a Janire, ya que odiaba las mentiras.

(NARRA Janire)
No me creía que a Helene no la pasaba nada, aparte de eso, mentir se le daba fatal. Cogí lo primero que pille y me salí corriendo.
Bajando las escaleras me tropecé, con tan mala pata que me torcí el tobillo, por suerte Niall subía, antes de caer al suelo, el me cogió en brazos.
Niall: ¿Está bien, te has hecho daño?
Yo: Me duele un poco el tobillo, pero no es nada.
Niall: ¿Seguro?
Yo: Intenta andar.- Me levanté, nada más posar el pie me caí del dolor.
Niall: Tienes que ir a un hospital.
Yo: No puedo, tengo que ir donde Helene.
Niall: Bale, pero yo primero te llevo al hospital.
Yo: Tranquilo, que ya me cojo yo un taxi.
Niall: ¿Pero no que dices? Ya te llevo yo.- Me cogió en brazos, parecía una princesa, toda la gente nos miraba, pero en ese momento solo me preocupaba encontrar a Helene bien.
Me metió en el coche, nos fuimos a todo correr.
Aparcamos el coche en el primer sitio que pillamos. Me volvió a coger en brazos, la segunda vez que me cogió, me fijé en el olor de su perfume. Olía a gloria, pero en ese momento solo podía pensar en Helene.
Cuando entramos en el hospital, una enfermera muy amable nos atendió...

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