¡Un matojo de nervios!

CAPITULO.2

Llegó el día del instituto, estaba un poquitín nerviosa, apenas llevaba tres días allí, para colmó, el primer mes, Aroa no podía acudir a clase, ya que tenía que trabajar, no sabía que ropa ponerme, finalmente me decidí por este conjunto:
(por cierto que lo he creado yo en polyvore)

Según iba entrando a clase todo el mundo me miraba, los chicos me sonreirán, lo cual me hacía ponerme roja. El aula estaba en l piso de arriba del todo, mirando la parte positiva, no tendría que gastarme dinero en el gimnasio. Una chica muy simpática se me acercó.
Chica: Hola, tu debes de ser, (tú), no es así?
Yo: ¿Si soy yo, y ú eres?
Chica: Oh si, yo me llamo Janire.
Yo: Encantada.- La di dos besos.
Janire: ¿Te sientas con migo en clase?
Yo: Claro.
Janire: Luego te presentaré a las demás.- Entramos en clase, los compañeros se portaron muy bien con migo, la profesora me presentó ante la clase, estaba algo nerviosa, hacia lo posible para no aparentarlo. Tras dos horas interminables de Literatura y Geografía, llego mi clase favorita, música.
Hicimos un círculo al rededor de la clase, la profesora era bastante joven, ahí que decirlo, me mandó ponerme en pie frente a la pizarra y me empezó a formular preguntas.
Profesora: ¿Cuantos años tienes cielo?
Yo: Tengo dieciocho años.
Profesora: Supongo que eres la menor de clase, bien, ¿tocas algún instrumento?
Yo: Si la guitarra y el piano.
Profesora: Tu cara me suena de algo, ¿tu no serás la hija de Billy Stuart?
Yo: Em... Si pero con todo respeto le agradecería que no habláramos de ese tema ahora mismo.
Profesora: Lo siento n quería ofenderte...
Yo: No es ofensa, solo creo que no es el momento apropiado para sacar este tema.- La clase se me quedó mirando, estaban tan asombrados, que en vez de ojos, parecía que tenían platos.
Profesora: Por supuesto, puedes sentarte ya cariño.
Yo: Gracias.- Por lo demás la clase transcurrió con normalidad. Cuando sonó en timbre, la profe me mandó quedarme para que hablara con ella, le dije a Janire que ahora saldría, ella me dijo que de mientras llamaría a las otras compañeras a las que e quería presentar.
Yo: Profesora, siento mucho como la he hablado antes, han pasado tres años y aún no lo he superado del todo...
Profesora: No te preocupes, creo que tienes razón, solo quería preguntarte una cosa, ¿tú cantas?
Yo: No quiero ser grosera, pero... ¿a que se debe esa pregunta?
Profesora: No solo que me he supuesto que si tu padre tenía esa maravillosa voz, a lo mejor, tú también la tendrías, a lo mejor es una locura pero...
Yo: No, si cantó, pero, de pende para qué...
Profesora: Tenemos un tipo de musical a finales de curso y e pensado que a lo mejor te podría interesar, vienen unos jueces del programa`` The Voice´´, seleccionaran a uno de los alumnos de este instituto, el premio es de tres mil libras.
Yo: Pero, yo tengo pánico escénico...
Profesora: Admiten grupos de cinco a de seis personas, ya no lo recuerdo bien, pero yo creo que te tendrías que alistar.
Yo: Lo consultaré con mi agenda.- Suspire.
Profe: Te veo en clase, adiós. Salí del aula, y Janire ya estaba esperándome, estaba con otras dos chicas, eran muy monas.
Janire: Hola (tú)
Yo: Hola.
Janire: Estas son Helene y Aitana.
Yo: A ver si me aclaro, ¿somos todas españolas?
Helene: Creo que sí.- Reímos.
Aitana: Me encanta como vas vestida.
Yo: Muchas gracias, vosotras tampoco vais nada mal.
Janire: Que te ha dicho la de música.
Yo: Me habló sobre un musical.
Helene: ¿Tú cantas?
Yo: Si.
Helene, Janire y Aitana: Nosotras también.- Dijeron a la vez.
Janire: ¿Te presentarás?
Yo: No lo sé, pero no lo creo...
Aitana: ¿Porqué no?
Yo: Tengo pánico escénico...
Helene: ¿Que os parece si hacemos un grupo?
Janire: Si como los One direction.
Yo: Me encantan....- Me brillaron los ojos.
Helene, Janire y Aitana: ¡A nosotras también!
Yo: ¿En serio? ¡Mi compañera de piso también canta y adora a los One direction!
Janire: ¿Quedamos hoy en tu casa para ensayar?
Yo: ¿A las cinco?
Janire, Helene  Aitana: ¡Hecho!- Les apunte en una hoja mi dirección y me fui, tenía un día realmente bueno, fueron muy amables con migo. El restó del día pasó con bastante rapidez. Lo malo de ese instituto era la comida, era asquerosa.
Cuando llegue a casa le conté mi día Aroa, se alegro mucho, bajamos de los cuarto las guitarras y el teclado, preparamos té y unos pasteles de aperitivo. Llegaron justo a la hora, ni un minuto más, ni un minuto menos....